¡BU! Aparecí. Tenía tiempísimo sin publicar. Tengo montones de borradores sobre entradas que quiero subir pero, no sé, la musa inspiradora para pulirlas y postearlas de plano no se ha pasado por mi mente...hasta hace poco.
En toda esta cantidad de meses transcurridos (desde la última publicación que hice), se puede decir que Will sigue siendo el mismo en esencia, pero vaya que los cambios se han dado en gran manera. Somo seres cambiantes, de eso se trata la vida y se me hace interesante que en medio año he experimentado más variaciones que en el resto de mi vida transcurrida.
Hoy quise escribir sobre lo que yo, muy personalmente, considero que un padre deber dar a un hijo de manera directa, objetiva e imperativa.
Siempre ando sacando conclusiones y analizando sobre cada aspecto de la vida que se cruce en mi camino. Tengo amigos que constantemente me dicen: "Will, filosofea menos y vive más" pero mis filosofías genéricas me hacen sentir bien, aunque algunos puedan considerarlas rebuscadas.
Si hacemos un balance cualitativo entre lo que dicen los padres acerca de lo que se debe proporcionar a un hijo, obtendríamos comunes respuestas tales como: amor, cariño, educación, disciplina, solidaridad y afecto, y si bien eso es ESENCIAL como elemento de formación para un infante, esta tarde, mientras cocinaba (qué sorpresa), se me ocurrió que el regalo más bonito que un padre puede otorgar a su hijo es la enseñanza de lo que significa el autoestima.
Puede llegar a sonar obvio, pero creo que es un concepto que no todos los padres utilizan como principio de crianza. Mientras recalentaba mi cachito de jamón me puse a analizar de TODOS los grandes beneficios que obtendría un niño si le enseña a quererse a sí mismo. No se trataría sólo de una filosofía de vida como legado sino de un verdadero regalo que garantice su felicidad.
¿Qué tienen en común todos aquellos seres humanos que llegan a sufrir en algún momento de sus vidas? Pues, fácil, los sentimientos y emociones repletas de negatividad: inseguridad, tristeza, depresión, miedo, desánimo, ansiedad e indiferencia. Todas terribles y agobiantes.
Ahora, generalmente ¿por qué llegamos a sufrir tales arrebatos emocionales? La respuesta sería: la confianza que tenemos sobre nosotros mismos. Si bien es imposible no sufrir en algún momento la experiencia de un sentimiento negativo, para aquellas personas que crecieron con un débil concepto del "yo" les es muy difícil estar en armonía y vivir con plenitud. Muchísimas, MUCHÍSIMAS personas caminan a través del sufrimiento y de la constante decepción de no sentirse bien ni con su sombra.
Hay quienes aprenden el valor del auto-respeto de manera empírica; bajo sus propios medios logran disciplinar su mente para pensar siempre positivo y así lograr sus objetivos, pero creo que el trabajo sería realmente más fácil si la persona que se encarga de la crianza y de la que los niños absorben hasta la manera de respirar, les enseña y hace intrénsico el valor de amarse a sí mismos de manera automática.
Llega un momento en la vida de casi todo ser humano en el que se decide emprender y experimentar la búsqueda de "la persona amada". Muchas veces no logramos explicarnos por qué nos agradan tanto determinadas características en la persona con la que queremos estar.
Para algunos es importante que esa persona sea buena, cariñosa y atenta, a otras les parece que lo más resaltante debe ser la honestidad, la lealtad y la transparencia y así sucesivamente, creando una fórmula teórica sobre ese SER PERFECTO.
Cada quién arma su combo: "Por favor me da una novia bonita, inteligente y relajada", "A mi me da un novio caballero y cariñoso, con extra de fidelidad y me lo envuelve para llevar, por favor" En fin.
A mi modo de ver, la razón por la cual nos interesan dichas características, se debe a una proyección de lo que nuestros padres (o las personas que nos criaron) han dejado en nosotros. Pienso que de manera inconsciente, nuestro entorno familiar crea un molde de lo que nuestro ser necesita que tenga la otra persona para estar conforme a la hora de vivir en pareja.
Quienes son inseguros no llegaron a tal punto por casualidad, ese hecho generalmente se ve acarreado por factores que vienen desde su infancia. Quien tiene baja autoestima suele buscar en otra persona esas características que llenen vacíos que nadie satisfizo en su etapa de crecimiento. Todos queremos seguridad y sentirnos amados y quienes carecen de estas cosas, suelen vivir bajo la eterna esperanza de encontrar a alguien perfecto que les saque del fondo oscuro en el que han vivido.
No llenar nuestras carencias, y esperar a que otra persona lo haga, genera dependencia afectiva. A los inseguros les aterra la idea de que les sean infiel , sienten mucho miedo a sufrir la traición de aquellos en quienes pusieron sus esperanzas para llenar esos agobiantes vacíos de toda la vida y se la viven creando películas sobre las mil maneras en la que la pareja les puede montar cachos.
La vida en pareja es la etapa más compleja, plena y enriquecedora pero eso no significa que ella deba desarrollarse sobre una base de dependencia. La independencia psicológica es lo más cercano que hay a la definición de libertad.
A todos nos duele la traición, pero los más independientes y libres son los que entienden que nadie tiene el poder de destruírles la existencia y saben que SIEMPRE es posible seguir adelante.
En conclusión, todos queremos que nuestros hijos/hermanos/primos/sobrinos pequeños crezcan para ser felices. No queremos que a ellos nadie les haga daño...y nadie se los podrá hacer si como padres les enseñamos a quererse, a amarse y a valorarse a sí mismos.
No soy padre y creo que me faltan muuuuchos años para serlo, pero tengo familiares y personas a las que amo que aún están en etapa de crecimiento y sé que si se les enseña a ser seguros, las felicidad siempre les acompañará.
Nunca es tarde para cultivar el autoestima, NUNCA, pero la etapa de crecimiento de un infante es la de mayor absorción y recepción de valores para la formación de su carácter.
Mi recomendación es optar por el compromiso a cultivar la seguridad en la figura del infante para así otorgarle el beneficio de ser felices sin depender de nadie más. Nunca subestimen el poder que tiene una frase positiva en el auto-estima de un niño, lo mismo para las frases negativas.
Los niños absorben de manera absoluta todo lo que escuchan. Un "eres tonto, necio, bruto, feo, estúpido" hace estragos en la seguridad de un menor (a corto y largo plazo). Un "te quiero, eres muy listo, puedes lograr lo que quieres, estoy orgulloso de ti" asegura la felicidad de igual forma; a corto y largo plazo...de forma permanente.
GRACIAS POR LEERME, HASTA PRONTO.
Will Mujica.
3 comentarios:
me encanto panelista mujica <3.<3 ya soy miembro permanente de tu foro.
Me encanto tu post panelista Mujica. Otro factor importante en la crianza de los padres hacia los hijos seria enseñarles ser independientes para que en el futuro sean autosuficientes. Sigue asi y ya tienes una fan de tu blog <3
Para ser tan joven analizas y escribes muy bien!!
Me ha gustado mucho tus escritos, te sigo y me quedo un rato mas...
Salu2.
Publicar un comentario